
Que nuestros alumnos:
Alcancen una formación basada en los principales valores universales, propios de la dignidad humana.
Reconozcan que la libertad humana está condicionada por la responsabilidad que se tiene para consigo mismo, para con los demás y con el ambiente.
Asuman y cumplan las normas, comprendiendo que éstas se han establecido para preservar el bien común y que reconozcan, en la autoridad, a los encargados de velar por ellas.
Privilegien en todas las acciones humanas aquellas que se refieren al “ser” y no al “tener”.
Desarrollen el interés por la búsqueda de la verdad, reconociendo en el estudio y la investigación científica, el instrumento idóneo que los habilitará para enfrentarse al mundo profesional.
Utilicen adecuadamente el lenguaje, de modo que logren una comunicación plena con los demás; que se sientan seguros al expresarse en público reconociendo el valor de la exposición de ideas y que sean capaces de elaborar una opinión con sentido crítico.
Sean capaces de utilizar las herramientas tecnológicas como instrumentos que facilitan y complementan la investigación académica.
Dominen otra lengua, adicional a la propia, de modo que se les facilite el relacionarse tanto profesional como laboralmente, en un mundo ya globalizado.
Practiquen disciplinadamente el ejercicio físico, reconociéndolo como el complemento necesario para preservar la salud y un fortalecedor de valores como el compañerismo y trabajo en equipo.
Asuman y defiendan con lealtad los principios del lema escolar que los impulsa a actuar de manera recta y ejemplar: “Sin Miedo y sin Macha”
Vigilen y procuren que su entorno escolar se mantenga libre de vicios que atenten contra su integridad física y la de sus compañeros. Que las relaciones entre ellos se basen en la sencillez y la tolerancia.
Se sientan queridos, reconocidos y aceptados por los demás.
Reconozcan y persigan para ellos mismos, aquellos aspectos ejemplares que encuentran en las autoridades y en sus profesores.
Que todos los miembros
del Colegio:
Procuren un ambiente cordial y armónico identificándose todos como parte esencial de un todo, sin importar la función que desempeñen o la sección a la que pertenezcan.
Consideren siempre parte de la institución y le manifiesten la lealtad que se deriva de esta pertenencia.